Se acerca un final de ciclo para Rammstein, pues en 2014 conmemorará 20 años de hacer rugir su metal en shows cargados de adrenalina, provocaciones y pirotecnia, por lo cual planea anticipar el aniversario con un disco que reúna lo mejor de su carrera.
Y, a pesar de acumular experiencia sobre los escenarios, Paul Landers, guitarrista del grupo alemán, no sabe a qué atribuir el éxito que han logrado, pues afirma que sólo se dedican a hacer lo que saben, sin ponerse a analizarlo.
"Los músicos, en realidad, más bien somos tontos, igual que los futbolistas. No sabemos hablar, no sabemos bien lo que hacemos, y, en el mejor de los casos, lo que sí sabemos es hacer un buen show", puntualizó, en tono humilde, durante una entrevista en el Palacio de los Deportes antes del concierto del grupo.
"Nosotros no somos hombres de negocios, pero sí tenemos éxito, quién sabe si sea por las canciones o los shows, realmente no lo sabemos. Nos hemos dado cuenta de que el éxito viene solo".
Sin embargo, la actitud de la banda que completan Till Lindemann (voz), Richard Z.Kruspe (guitarra), Oliver Riedel (bajo eléctrico), Christoph Schneider (batería) y "Flake" Lorenz (teclados), no es de festejar.
"No pensamos celebrar nuestro 20 aniversario, o tal vez sí, todavía no lo sé. Lo que es seguro es que el próximo año va a salir un disco de "best of", y eso es como sacar una conclusión de todo este tiempo. Será como una reflexión de que todo nos ha salido bien.La verdad es que no somos mucho de festejar aniversarios o cosas así, sólo hacemos lo que nos gusta".
Recordó que no siguieron los consejos de sus detractores, en 1994, cuando se dieron a conocer. "Cuando empezamos a cantar, todos nos dijeron que si lo hacíamos en inglés podíamos alcanzar el éxito, si no, no. No hicimos caso, cantamos en alemán y al final pasó esto: tenemos mucha fama. Dudo que eso hubiera pasado si hubiéramos cantado en inglés desde un inicio".
Así, han preferido hacer lo que su intuición les dicta, incluso con shows donde la pirotecnia, referencias sexuales y violencia son su motor. "Casi todo lo que hacemos no está permitido. En las películas, los stunts (dobles de acción) también hacen cosas fuera de las leyes, y nosotros hacemos cosas similares, pero las sabemos hacer bien. En "Du Hast", por ejemplo, siempre cae algo caliente de arriba y siempre me quemo, pero no siento nada, y creo que es por la adrenalina. Es como en el boxeo: cuando al boxeador le pegan en la cara, no siente dolor hasta después de que acaba la pelea".
Luego de casi dos décadas, nada parece afectarlos, pero también tienen sus sentimientos... de odio a sus paisanos Tokio Hotel. "No nos molestan en lo absoluto las críticas o polémicas, nos valen. Lo que sí nos cae gordo es cuando hablan de bandas exitosas de nuestro país en el extranjero y mencionan a Tokio Hotel. Eso sí me da coraje", concluyó.
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